El Guidismo es un Movimiento integrado por niñas, adolescentes, jóvenes y adultas dedicado a la formación integral de la mujer.
Es un Movimiento de EDUCACIÓN NO FORMAL llamado a colaborar con la familia y la escuela en la educación de mujeres responsables de elaborar y concretar un proyecto de vida, en fidelidad: a sí mismas, a las necesidades de la comunidad y al proyecto de Dios.
El Guidismo es un Movimiento abierto a todas las niñas y jóvenes, sin distinción de ninguna índole, con especial atención en aquellas personas que se encuentran en desventaja por carencias de educación, razones de familia, dificultades económicas.
Un Movimiento que promueve a través de sus programas el descubrimiento de la propia identidad cultural y el respeto y valoración por las culturas de otros grupos y pueblos.
Como Movimiento educativo damos prioridad a la formación de ciudadanas activas, con capacidad de leer atenta y críticamente la realidad y comprometerse en la construcción de una sociedad más justa y humana.
Un Movimiento que invita a experimentar activamente la pertenencia a una familia mundial, a través de:
- la práctica de valores comunes, la solidaridad, la verdad, el bien, la honestidad, el respeto por toda forma de vida.
- el reconocimiento de una historia, símbolos y tradiciones comunes.
- la conciencia de ser protagonistas en el desarrollo de nuestras comunidades.
- la búsqueda, por la acción, de la paz, la solidaridad y la comprensión entre los pueblos.
El Guidismo es un Movimiento educativo que cree que:
- cada uno es protagonista de su propio aprendizaje,
- el grupo es el lugar privilegiado de crecimiento,
- adultos, jóvenes y niños estamos llamados a crecer en todas nuestras dimensiones,
- el adulto es acompañante del proceso educativo que constituye con el grupo y con cada miembro del mismo.
El Guidismo cree en una persona como una unidad bio-psico-socio-espiritual, y como ser social
convocado a construir su proyecto de vida original y único.
El Guidismo quiere:
- Acompañar a cada niña, adolescente y joven a lo largo de cada etapa de su desarrollo en la tarea de asumir e integrar armónicamente todas las dimensiones de su persona.
Por ello a través del programa de cada rama brinda las oportunidades:
- De un mayor conocimiento y aceptación de sí misma
- Del descubrimiento de las potencialidades y limitaciones personales
La progresión, la vida en campamento, el grupo, el servicio, permitirán reconocer todo lo que puede y es capaz de crecer cada uno.
Ayudar a educar la conciencia, expresada en la capacidad de observar, estar abierta a la realidad, discernir de manera crítica y valorativa. Para que cada joven pueda dar una respuesta a la realidad desde una cosmovisión con una clara jerarquización de valores.
El aprender haciendo y sirviendo, la Ley y la Promesa, los vínculos de solidaridad y cooperación experimentadas en el grupo permitirán la vivencia: Del descubrimiento del valor, De la adhesión al valor, De la encarnación del valor.